21 julio 2015

Parejoidemente


Tengo un problema, últimamente (es decir, los últimos 35 años de mi vida) no soy capaz de aclararme con mi vida sentimental, lo que la sociedad marca, lo que mi entorno vive…

Por una parte anhelo ese cuento Disney en el que el príncipe aparece montado en su blanco corcel, te promete amor eterno, hinca la rodilla, te pone un diamantorro que es más grande que tu cabeza y todas esas cursiladas. Es decir, lo establecido como normal en la sociedad actual (que poco ha cambiado desde el medievo). Pero lo cierto es que yo también quiero un príncipe azul que me adore y me trate como si el mundo girase en torno a mí.

Por otra parte, no me gustan los convencionalismos, tengo una naturaleza rebelde que me hace mantener una cruzada contra el estereotipo femenino de amante esposa y madre dependiente de su macho proveedor. No me puedo someter a ese modelo entre otras cosas porque como sea yo quien tiene que cocinar es más que probable que muramos de hambre o intoxicados, porque si me tengo que quedar en casa sin nada más moriré de aburrimiento y porque si mi vida (y economía) depende exclusivamente de alguien que no soy yo, no sé para qué cojones he buscado siempre ser independiente y valerme por mi misma. (Aunque me gustaría presumir de maromo que me dedique miraditas tiernas).

A parte de todo esto, siempre he dicho que no me gusta poner etiquetas a nada porque ésta moda de que si no se es novio, se es follamigo, no la llevo nada bien. A mi alguien me dice que soy su follamiga y de ahí en adelante ni folla ni amiga, faltaría más. Con lo bonito que sonaba aquello de amigos con derecho a roce no encuentro la necesidad de ser soez y devaluar con una palabra que a mi juicio es despectiva una situación íntima y de confianza.

No entiendo la manía de establecer límites, ni normas, eso de si no eres novio no se tiene compromiso, ni obligación. Para mí cuando conozco a alguien no tengo nada claro de si se quedará en el camino o irá más allá, pero lo que no hago es ir a salto de cama porque como no tengo nada contigo me follo a todo lo que se pone a tiro mientras decido si llegaremos a más. ¡Pues nada que viva la clamidia y el VPH no te jode! No sé, yo conozco a una persona y estoy con esa persona (sin título parejil) y veo si hay o no hay algo, y si lo único que funciona es la cama pues perfecto, allí nos vemos cuando nos cuadre la agenda.

Estoy de acuerdo en que las cosas han ido cambiando y ya no somos tan mojigatos como nuestros abuelos ni tenemos tanto tabú, pero tampoco es necesario irse al extremo contrario que como dice un meme por Twitter desde que el sexo se hizo más fácil de conseguir el amor se hizo más difícil de encontrar. Que no es que yo lo busque desesperada, pero las gilipolleces ya me sobran.